Por José Luis Vázquez
Sátira filosófica en torno a las películas y a su posible incidencia en la realidad cotidiana, este film es al mismo tiempo una brillantísima demostración de que la comedia, menospreciada muchas veces como género, es en manos de autores de tan afilado talento como Preston Sturges, la fórmula más completa e inteligente para ahondar en las cuestiones y transmitir ideas sin dejar de divertir.
Un prodigio de riqueza tonal y expresiva. Una obra maestra inclasificable, única en su género, con extraordinarios momentos dramáticos.
Una de sus magistrales secuencias, la de los presidiarios riendo a carcajadas con una película de Mickey Mouse, es suficientemente ilustrativa de su espíritu, una fina y agudísima reflexión sobre la propia condición del cine.
Pese a su escasa filmografía, definitivamente su director, el genial Preston Sturges, es uno de los grandes de la Historia del Cine, sobre todo en el terreno de la comedia.