Una comedia ligerita que no araña
Por José Luis Vázquez
Tal y como está el panorama actualmente de la comedia en el cine, se agradecen intentonas como la que les traigo en esta ocasión, ni mucho menos lograda, pero no del todo desdeñable.
Tal vez su mayor defecto estribe en volver a mostrar otro episodio de lucha de clases y de empoderamiento femenino sin novedad alguna y tirando de obviedades que en absoluto sorprenden a estas alturas. Y conste que hubiera dado por buenas las mismas, de haber obtenido un logro mayor.
Pero bueno lo que tenemos, lo que queda, dentro siempre de un tono general discreto, no es ni mucho menos para desdeñar de cuajo. Y de acuerdo en que vuelve a incidir en asuntos muy manidos y sobados sin descubrir nada nuevo, pero es de agradecer el esfuerzo de dirección e interpretativo.
En el primer apartado cabe destacar que está bien dirigida, con un acertado, un diestro uso de steadicam (cámara asida al cuerpo del operador), por parte de la bilbaína Arantxa Echevarría, firmante de la notable CARMEN Y LOLA, la primera historia lésbica en ambiente gitano de nuestro cine y puede que del mundial también… que yo sepa en este momento.
Respecto al segundo, el de los actores, Belén Rueda sale de lo más elegante y José Coronado un tanto desastrado, pero ambos mostrando belleza y oficio. Están bien. También lo están Gonzalo de Castro (el marido de Belén) o Carolina Yuste (la novia del hijo de estos), Goya como mejor actriz de reparto cuatro años antes precisamente por su aparición en la citada CARMEN Y LOLA.
También el guion de Olatz Arroyo (EL MEJOR VERANO DE TU VIDA), dejando claro lo anteriormente expuesto y sin ser nada del otro mundo, se mueve con una mínima ligereza (aunque que no sea especialmente gracioso, lo más tal vez corra a cargo del hijo friki), amenidad y sonrisillas que son de agradecer en un panorama tan yermo para las risas o el mero sentido del humor. Pero cuidado que, aunque en buena parte de su metraje tenga vocación de tal, finalmente acaba asumiendo su condición de historia de toma de conciencia personal, femenina. Y no me explayaré más al respecto, aunque lo que vayan a ver no constituya sorpresa alguna.
Su decidido tono familiar dentro de los asuntos adultos a tratar le otorga un cierto plus para públicos que vayan exclusivamente al cine a desconectar y no calentarse en exceso el tarro. Se olvida rápido, puede incluso que, al momento, no deja poso alguno, pero ni mucho menos irrita como otros exponentes del género vistos en los últimos años. Y son un buen número.
Puede que resulte irrelevante, pero mientras se contempla no pesa especialmente su visionado. Tal vez esto no sea demasiado, pero en absoluto es poco. Si la hubiera sometido a una calificación sobre 5 le otorgaría un 2,5.
Sí he de reconocer que ha coincidido en la cartelera con otra producción española, EL AMOR EN SU LUGAR, que puede que no haga ni mucho menos -tampoco para tirar cohetes dada la actual situación de escasa asistencia a las salas por la situación pandémica- la mitad o la cuarta parte de su taquilla, pero supone un ejercicio virtuoso, brillante y muy talentoso del preparadísimo Rodrigo Cortés (BURIED/ENTERRADO). Intenten no perdérsela.
(La pueden ver este 23 de diciembre dentro de Los Jueves al Cine con Cine Club Mancha. En los cines Las Vías a partir de las 20:45 horas)