Una amarga y deslumbrante aproximación al rey del rock
Por José Luis Vázquez
Tal vez no sea la mejor película del singular, apabullante, rutilante y gratísimamente desmesurado Baz Luhrmann, pero sin lugar a duda alguna es un Luhrmann en estado puro y duro, lo cual en lo que a mí se refiere constituye todo un elogio. Y por si hiciera falta aclararlo, me refiero al firmante de las maravillosas MOULIN ROUGE, EL GRAN GATSBY o AUSTRALIA. Ah, y conste que he comenzado proclamando esa aseveración no porque no tenga la misma calidad que esos otros títulos citados, sino porque acaba dejando, a mí cuanto menos, un sabor un tanto amargo, antipático, desapacible.
Y esa sensación en el paladar quede claro que no tiene que ver con su calidad, que es considerable, sino que lo deja por su propio poso argumental dramático, por esa historia tan triste y desoladora entre bastidores del rey del rock, narrada precisamente por alguien que resultó fundamental en su carrera para bien y especialmente para mal, el coronel Parker, el que fuera su clavo y tormento durante la práctica totalidad de su carrera profesional. Un tipo verdaderamente desagradable, un representante que iba al cincuenta por ciento de comisión, algo desaforadamente inusual en esa profesión y ambientes, cuyos topes tirando por lo alto siempre han solido radicar en el veinticinco por ciento.
Este individuo, encarnado de manera admirable por Tom Hanks (siempre es un valor seguro, jamás falla, es de los más grandes) parece ser que fue un elemento de cuidado, que no era coronel, ni se llamaba Parker ni tan siquiera era estadounidense. Era de origen holandés y parece ser que, con algunos fundados motivos para ser considerado sospechoso de asesinato en su país de origen, Holanda, Breda para ser más preciso, la de la célebre rendición (pictórica). De ahí que Elvis haya sido una de las escasísimas estrellas musicales, o tal vez la única, que no saldría jamás de gira fuera de Estados Unidos.
Hecho este previo que no está de más tener en cuenta para abordar este justificadamente grandilocuente biopic, es de obligada justicia destacar otro nombre interpretativo. Se trata del californiano Austin Butler, que borda al protagonista (hasta la fecha no lleva una carrera especialmente destacada (no así en televisión), salvo su aportación en ÉRASE UNA VEZ EN HOLLYWOOD como Charles “Tex” Watson, la mano derecha del siniestro Charles Manson. Primero por propios méritos interpretativos, segundo porque el parecido, el aire o como se quiera denominar es apreciable, y tercero porque es él quien dobla al genial rockero. Todas las canciones del inicio son suyas desde luego, y las posteriores, especialmente las que abarcan la década de los 70 están entremezcladas con la voz real del de Tupelo.
Pero, queda de nuevo claro, que el director puede ser perfectamente la estrella como vuelve a quedar aquí patente. El alarde que hace Luhrmann de puesta en escena fastuosa, con una estética verdaderamente deslumbrante, en la que el vestuario y el diseño de producción son elementos determinantes para su irreprochable acabado final. Por supuesto, el montaje es también un factor decisivo para imprimirle un especial dinamismo a una historia que no deja de ser la condensación, desde un punto de vista muy peculiar, de una de las leyendas canoras del siglo XX. En mi caso aseguro que me guste tanto tiene mérito porque yo soy más bien devoto de los profesionales que no suelen hacer grandes alardes o exhibicionismos.
De todas formas, al final todo esto para venir a incidir nuevamente en lo que muchos según nos aproximamos a una edad provecta tenemos cada vez más claro, que la vida es una farsa, grotesca en muchas ocasiones, o fatal y precipitadamente trágica, como es el caso. Con un matiz, el arte de Elvis the Pelvis quedará por siempre, para eso tan ignoto que es la eternidad. Por tanto, si nuestras existencias las adornamos con el mejor papel de celofán posible, en este caso con esa impresionante voz y composiciones, sin duda resultan mucho más llevadera. Como con esta notabilísima y brillantísima película, de lo mejor estrenado en el verano de 2022 o en sus aledaños, junto a la estupenda TOP GUN: MAVERICK.