Adrenalina a borbotones
Por José Luis Vázquez
LA ROCA, ARMAGEDDON, DOS POLICÍAS REBELDES, LA ISLA, 13 HORAS: LOS SOLDADOS SECRETOS DE BENGASI, PEARL HARBOR… todos estos títulos tienen un denominador común, su director (Michael Bay), y un estilo… cine de explosiones continuas, de adrenalina pura y dura. Por tanto, pueden ir haciéndose una idea de lo aquí ofrecido.
Esto último es perfectamente perceptible al primer minuto prácticamente, vamos que se puede no ser un aficionado al Séptimo Arte, y reconocerlo a las mil maravillas, al instante. Y es que AMBULANCE… no es una excepción en la carrera de este cineasta estadounidense alternada y salpicada de estos blockbusters o seudos y vídeos musicales.
Estamos hablando que hace del montaje una especie de metralleta Thompson con la que no dar tregua al espectador, con un montaje acelerado compuesto por planos que en muchas ocasiones apenas duran fracciones de segundo. Insisto, marca de la casa por otra parte, nada que pueda sorprender -y en cambio, sí agradar considerablemente- a sus seguidores.
Lo que sí conviene destacar es que esas constantes vitales que se habían relativamente aletargado en las dos últimas producciones -y ya no tanto por cantidad sino por logros- de su máximo responsable, regresa con brío renovado para contar una de tantas historias de atracos perfectos que salen erráticos y entonces se produce el lío. Y es que esta última premisa es fundamental en la mayoría de estas producciones, pues esa se supone que es la sustancia y salsa para que luego el metraje se sostenga. Tampoco en esto es una excepción.
Y pese a estos patrones preestablecidos, o previsibilidad que dirán algunos, a mí me entretiene una jartá que dicen por el Sur. Entiendo que pueda provocar empacho y que a los que no sean precisamente afectos a este tipo de cine incluso provoque un rotundo rechazo, pero es de esas propuestas que no engaña, ni tan siquiera con su tráiler.
Sus protagonistas, sus “action man” suelen tener, además, tirón, carisma y presencia en pantalla. Aquí los tres elegidos vuelven a responder a dicha premisa. Me refiero a Jake Gyllenhaal, Yahya Abdul Mateen II y la aguerrida Eliza González.
Y, desde luego, es complicado, guste más, menos o nada, no reconocer que la espectacular persecución en la que se erige toda la historia es verdaderamente espectacular y responde con creces a los amantes del género. Es difícil no reconocer méritos virgueros, técnicos. Incluso agradezco su espíritu de serie B pese a no parecer una producción precisamente barata.
Cine de entretenimiento que no busca dejar huella alguna, ni falta que hace, ni mostrar pretensiones de ningún tipo, salvo la nada despreciable encomienda de entretener. No es poco, que digo poco, lo considero bastante.