Juguetona y negruzca comedia policíaca en la estelaFargo
Por José Luis Vázquez
“Es un dinámico y consistente ejercicio malabar entre géneros, efectivo, divertido y, a la vez, patético en cuanto a la catadura de personajes relevantes… En general, sugestivamente provocador…” (Quim Casas, El Periódico). “Una comedia policíaca negra, negrísima, emparentada con el universo Coen, pero llevada a un paroxismo al que nunca llegaron Joel y Ethan… Caricaturesca, pero tremendamente divertida (Jordi BattleCaminal, La Vanguardia)
Leo estos dos extractos de sendas reseñas de colegas sobre “Fuera de la ley” (muchas producciones a lo largo de la historia han llevado dicho título en España, destacaría un drama de falsificadores y un western dirigidos ejemplarmente por, respectivamente, Raoul Walsh y Clint Eastwood) y no puedo estar más de acuerdo.
Efectivamente, remite a la magistral “Fargo” de los inefables y maravillosos Coen, Joel (el más puramente director de los dos) y Ethan, ambos extraordinarios guionistas. Por cierto, esta de los hermanos supone toda una tradición en el cine norteamericano, pues son numerosas las duplas surgidas en las últimas décadas. Y esta vez no haré repaso alguno para no fatigarles en exceso, pero si bucean por Google se encontrarán con numerosos ejemplos.
La referencia no es tanto porque aquí vayan a encontrarse con una “sheriff” parsimoniosa y embarazada (aunque tiene relevancia otra mujer en dicho estado que no tiene desperdicio alguno), pese a que los dos “maderos” protagonistas se las traen también (pueden igualmente llegar a desesperar), sino por una cuestión de escenarios casi comunes aunque sin nieve (de nuevo sale a escena esa profunda y fascinante cara USA), personajes extravagantes (“paletos” de lo más peculiares, los anteriormente citados solo son un ejemplo de un amplio mosaico) y premisa argumental (la codicia como eje vertebrador del mismo).
Referido a esto último conviene precisar que su título original, “GredyPeople”, alude precisamente a ello, pues bien, se puede traducir como “Hombres codiciosos”, aunque aquí ni ellos ni ellas se salvan de la avidez monetaria. Uno de sus personajes se encarga de remarcarlo respecto a ello y a lo cruel que es la gente hoy en día. Aunque a riesgo de ser riguroso, dicha condición resulta inherente a la especie desde el origen de los tiempos en mayor o menor medida, salvo honrosísimas excepciones. Supongo que la sociedad tan simuladora en la que vivimos hoy en día lo facilita todo mucho más.
Hablando de esto, me resulta obligado traer a la memoria en este subgénero otros dos exponentes de muy parecidas características, igualmente memorables y que no tuvieron la repercusión merecida, “Un plan sencillo”de Sam Raimi y “La cosecha de hielo” de Harold Ramis. Si ampliara el arco, seguramente podría citar otros muchos de diversas latitudes y épocas, pero prefiero citar estos que tienen numerosos puntos comunes focalizados en un territorio muy concreto y en tiempo actual.
Una vez dejada constancia, aprovecho para reivindicar un cine como el referenciado y al que pertenece “Fuera de la ley”, que tal vez, no vaya a figurar jamás en ninguna antología selectiva que se precie (sí, desde luego,en el mí particular recuerdo y agradecimiento), pero que me parece tan legítimamente reivindicable como ese otro más prestigioso, “artístico” y pomposo que sí en cambio figura en letras de molde. Y es que el placer, el disfrute que me ha proporcionado en tantas ocasiones supone una de las causas por las que yo me dedico a esto.
Y uno, entre varios, de los factores principales de que me gane felizmente para su causa suele ser el de sus impagables repartos. El reunido aquí es de lo más variopinto, heterogéneo, creíble, veraz. Joseph Gordon-Levitt y Tim Blake Nelson, menuda pareja, son siempre un valor seguro. Aunque no puedo evitar destacar a una ya suficientemente curtida y aquí atípica -el almíbar que pudiera desprender es puesto en cuestionamiento- Lily James, adorable en “Cenicienta” y la formidable “Baby Driver”, sin olvidarme desu delicada aportación a “La sociedad literaria y el pastel de piel de patata” o “Mamma Mia: Una y otra vez”, todas ellas encantadoras y de lo más disfrutables.
Y a propósito de ese último calificativo aplicado a los trabajos de la actriz, este policíaco bien puede ser considerado como tal, de lo más disfrutón. Pertenece a esa serie B en cuanto a su espíritu se refiere, de lo más eficaz y distraído, que me ha acompañado en la formación de mi gusto y en las plateas de mi juventud.
PD: Para paliar tanto reconfortante sobresalto vacilón, aprovecho para hacerles una recomendación literaria. Y conste en acta que en modo alguno pretendo, ni tengo su talento para hacerlo, entrometerme en la aconsejablesección de Blogs de Lanza Digital de mí buena amiga y lectora voraz Carmen García-Consuegra Ruiz-Aragón. Un libro estupendo y casi diría que espiritual dentro de su manifiesta racionalidad titulado “Felices como estoicos”. Su autor, Jorge Freire. Trata sobre una corriente filosófica creada por Zenón de Citio por la que he de confesar que siento considerable simpatía y que curiosamente se está poniendo de moda últimamente. Me refiero, claro, al estoicismo, uno de cuyos máximos valedores sería ese ciudadano romano nacido en Córdoba llamado Séneca (Marco Aurelio, el emperador del inicio de “Gladiator” o “La caída del imperio romano” fue uno de sus introductores en aquel período. Del autor les extraigo una reflexión hecha recientemente que no tiene desperdicio: “El sabio no es el que sabe mucho, sino el que sabe vivir bien”. Pues eso.